Ya han llegado las vacaciones de verano y los Guardianes están emocionadísimos: ¡van a pasar unas semanas en el pueblo de Lúa, en la costa cantábrica! Surf, excursiones en bicicleta y meriendas en la playa, ¡qué más se puede pedir! Lo que todavía no saben es que la aldea esconde muchísimos secretos y pronto los cinco amigos tendrán que convertirse en detectives improvisados.