Con la llegada de la democracia, las mujeres reclaman sus derechos ciudadanos y amenazan la hegemonía masculina. El Romanticismo decimonónico reacciona construyendo un ser y un deber ser de las mujeres. Culmina el proceso con el Psicoanálisis, que coloca la sexualidad en el centro de la lectura de las subjetividades y da cuenta de la diferencia sexual en clave de desigualdad. El discurso misógino romántico de diversas disciplinas, arte, literatura, ciencia, filosofía y sexología, atraviesa la teoría psicoanalítica.