Tres territorios y una infinidad de riberas: Miró amaba a Cataluña y a las rojizas tierras de su país; París, su escenario, el milagroso lugar de su advenimiento, de sus amigos poetas, y Mallorca, la tierra madre, los pinos y los algarrobos ante el fulgor del cielo.
Joan Miró abordó todo el abanico de posibilidades en el arte: fovismo, cubismo, realismo detallista, pintura onírica, collage, cuadros-poemas, libros ilustrados, escultura y cerámica.
El artista vivió un camino en solitario al término del cual, a los noventa años, su entrega al trabajo y la magia pura que destilaba acabaron por fundirse en un extraordinario brillo cromático.
Cada una de las obras de Miró es un jardín danzante, una coral, una ópera cromática de flores, seres en eclosión. Este universo es, a un tiempo, evanescente y totalmente real: la sonoridad de los colores le proporciona su énfasis, su realidad, una elocuencia contenida. Afectividad pura, ligeramente irónica, desprovista de sensiblería. Un arte con encanto.
Una interesante colección con un cómodo formato que aborda un gran número de temas, desde arqueología y arte pasando por cultura, historia y literatura hasta ciencia y religión, con un punto de vista ameno. La narración se acompaña de ilustraciones y cuadros sinópticos con rigurosos datos históricos. Una documentada colección para todos aquellos que buscan una introducción exhaustiva al tema que se expone.
Una infancia mediterránea
Toda mi formación está en París
La guerra y el miedo
Más allá de la pintura
Un catalán universal
Testimonios y documentos