Es un recorrido por las formas de resistencia de la diferencia frente a la normativización y regulación de los cuerpos frágiles, de las otras subjetividades. Diferentes movimientos ciudadanos han actuado como grupos de presión para redefinir las propias categorías de discapacidad o dependencia y pasar a autodefinirse como personas con diversidad funcional. No es más que un fotograma que nos muestra un sinfín de acciones de los colectivos para intentar descategorizarse como sujetos frágiles y dependientes, como receptores pasivos de prestaciones caritativas y benéficas o como sujetos definidos por sus aspectos negativos. Su lectura, con toda seguridad, no dejará igual al lector.