El libro de Gianvittorio Signorotto aborda un momento crucial en el gobierno español de Milán durante el reinado de Felipe IV. Desde su publicación en Italia, en 1996, ha supuesto un cambio significativo en los estudios sobre la Lombardía del siglo XVII, ya que propone nuevas y originales interpretaciones, que superan las tradicionales visiones que enfrentaban a españoles y milaneses, sacando a la luz una realidad más compleja en la que intereses, horizontes culturales compartidos y lazos familiares aproximaban a ambas partes. Asimismo, analiza los vínculos entre la metrópoli y el resto de ciudades, entre el centro urbano y el condado, el enfrentamiento jurisdiccional entre el arzobispado y los gobernadores, reconstruyendo las decisivas relaciones hasta ahora ignoradas pero decisivas en la creación de un equilibrio que pervivió hasta el siglo XVIII.