Se suele decir que una imagen es la imagen de algo, lo que supone cierta relación con el referente, el mundo real. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Las artes modernas, con la fotografía en primer lugar, han modificado esta relación tanto en la práctica como en la teoría.
Hoy en día, toda la crítica de imágenes oscila entre una confianza excesiva en esta relación (por ejemplo cuando Barthes considera la fotografía bajo el ángulo fenomenológico del «esto-ha-sido») y un recelo excesivo hacia las consecuencias de su manipulación (por ejemplo, cuando en una fotografía no vemos sino una ilusión, una mentira producida por la sociedad del espectáculo).
Planteamos la reflexión, pues, en una perspectiva más dialéctica, más matizada, para buscar cuáles son los puntos de contacto que la imagen, por libre e imaginativa que sea, puede establecer con lo real.