Para los vecinos de Miguel Street, un rincón olvidado de la capital de Trinidad, su barrio es un compendio del mundo, donde cada cual es diferente a los demás. Allí viven Popo, el carpintero, que descuida el trabajo que le da sustento para construir «la cosa sin nombre». Man-man, que huye de la oficina para representar su propia crucifixión. Big Foot, el matón asustadizo de lágrimas cristalizadas. Y la adorable señora Hereira, esclavizada por un marido monstruoso. Sus vidas y las leyendas que los vecinos levantan a su alrededor son interpretadas por V.S. Naipaul con verbo dickensiano y compasión chejoviana. Situada durante la Segunda Guerra Mundial y narrada por un adolescente sin nombre, precoz observador de su barrio, Miguel Street (1959) es una novela de juventud, tierna y divertida, que rebosa vida en todas sus páginas.