«Las fotografías de Miguel de Guzmán están protagonizadas por multitud de agentes inesperados en las imágenes habituales de arquitectura. Se alejan de la concepción del edificio como protagonista único, brillante y solitario, desconectado en un tiempo irreal y una atmósfera perfecta», comenta Iván López Munuera en su texto.
Miguel de Guzmán es uno de los fotógrafos más demandado por los principales estudios de arquitectura españoles y extranjeros.
Se recoge una exhaustiva selección de fotografías realizadas durante los años 2003 y 2013, fotografías que, como nos indica Andrés Jaque, «aportan enfoques alternativos para ensayar y pensar las prácticas arquitectónicas», y que son un buen ejemplo de una nueva forma de hacer fotografía de arquitectura.