Lo maravilloso tiene su propia historia, que está atada a otras pasiones
como el horror y la curiosidad.
Josué ha sido secuestrado y su hijo Samuel, que vive en Nueva York donde
trabaja como médico patólogo, debe volver a Bogotá a negociar con sus
captores el pago del rescate y su liberación. Josué es un judío ruso que
pasó la Segunda Guerra Mundial prisionero en un campo de concentración
soviético para judíos y traidores del régimen comunista. Está casado con
Leah, una judía alemana sobreviviente de Auschwitz.
Cuando llegan a Colombia, la comunidad judía los apoya y Josué se
convierte en comerciante de relojes de lujo. Con ello logra reunir un
gran capital y comprar una casa en Quinta Camacho. La casa está diseñada
por Josué y está centrada su construcción en un gabinete de maravillas.
Como han sido varios los miembros de la comunidad judía bogotana que han
sido secuestrados por la guerrilla, se reúne un comité asesor para
apoyar a Samuel en su negociación y las mujeres de la comunidad visitan
a Leah todos los días para acompañarla en su desdicha. Samuel permanece
encerrado en el gabinete esperando las llamadas de los secuestradores
mientras recuerda con nostalgia el gran personaje que fue su padre y de
qué manera marcó definitivamente las vidas de sus seres más queridos.
Este relato vívido de la comunidad judía en Colombia tiene la gran
virtud de señalar cómo siempre hay maneras de reivindicar la vida hasta
en las situaciones más sombrías. Con verdadero amor por sus personajes y
verdadera pasión por lo que hemos vivido en la Tierra, Azriel Bibliowicz
prueba en Migas de pan que la guerra -del Holocausto al conflicto
colombiano- se transmite de generación en generación, y que es labor de
los hijos rescatar de las cenizas los vestigios que demuestran que
valieron la pena las vidas de los padres.