Las formas de vida de tamaño microscópico encierran la mayor biodiversidad y riqueza genética del planeta. Su historia evolutiva es muy extensa (más de 3.000 millones de años de antigüedad) y tienen y han tenido una gran influencia en la ecología del planeta. Se encuentran presentes en todo tipo de ambientes con tamaños de población enormes, desde ambientes fríos y oscuros hasta ambientes de pH muy ácido, de salinidad muy elevada o en lugares faltos de oxígeno. Su actividad es tan elevada y su abundancia tan alta que consiguen que lo invisible acabe haciéndose manifiesto a simple vista. En muchos casos, ignoramos que detrás de cambios en el patrimonio natural y cultural, en su coloración y estructura biológica, o en el desarrollo de vida en profundidades marinas o en zonas polares se encuentran los microorganismos. Aplicaciones biotecnológicas e industriales como la biominería, la ingeniería genética o la biorremediación, así como el desarrollo de entramados biológicos complejos en ambientes aparentemente hostiles, el concepto de reciclado llevado a su máxima expresión, o la síntesis de metabolitos con fines defensivos o reproductivos se benefician de lo que los microorganismos han desarrollado y perfeccionado a lo largo de millones de años de evolución. En esta obra se intenta desterrar definitivamente la idea que asocia el concepto microorganismo a seres perniciosos y letales. Los autores muestran con rigor científico relaciones causa-efecto, moviéndose de la escala del microbio a la del paisaje, e intentan cautivar al gran público con vistosas imágenes que despiertan el interés por la belleza de unos organismos generadores de vida en la Tierra e imprescindibles para su funcionamiento.