Una historia alucinada desde la perspectiva de una niña que perdió a su madre y debe ir a vivir con su padre a Huel; un pueblo diminuto donde la extrañeza lo sacude todo.
A los doce años de edad perdió a su madre en un accidente en la ruta. Le estaba leyendo unos poemas por teléfono cuando de pronto la escuchó gritar. Al día siguiente la enviaron a vivir con su padre a Huel, un pueblo diminuto perdido en la llanura. Durante años no había sabido nada de él. Apenas lo recordaba como a un oficinista de vida ordenada. Ahora es un salvaje que cuida las formas: desayuna huevos crudos rompiéndolos directamente en la boca, vestido de saco y corbata. Se viste así para cenar y también los fines de semana, aunque no vaya nunca a ninguna parte.
La vida en Huel transcurre monótona y ociosa, hasta que la ex mujer de su padre regresa con la intención de quitarles la casa. Empiezan a levantar una nueva cerca de allí, pero día tras día los cimientos aparecen destruidos. A partir de entonces, lo verosímil comienza a enrarecerse y deformarse.
Con delicada precisión, Bizzio explora las fantasías sociales, estéticas y amorosas de una adolescente fuera de lo común, en un mundo donde las fronteras de lo posible se vuelven cada vez más difusas. Su maestría en la construcción de atmósferas nos mantiene flotando, sobrevolando la tierra de un pueblito insólito y perturbador.