Gabriel es un niño un poco especial debido a que nació sordo. Su tío Miguel, de profesión narrador, no quería que su sobrino se perdiera ni uno de sus cuentos, así que aprendió la lengua de signos para poder comunicarse con él. Además, le hace regalos sorprendentes en sus cumpleaños, que acompaña con sus historias más fantásticas y divertidas.