La situación política de la Arabia del siglo XIX, sometida al Imperio otomano, e internamente fraccionada por las escaramuzas tribales, y la estratificación histó-rico-cultural que tal situación refleja, forman el trasfondo sobre el que se desgranan las peripecias viajeras y "religiosas" de Burton, configurando un relato, más limitado geográficamente que el del tomo I, pero no menos apasionante.