Karl Ove deja a su mujer, deja Noruega y todo lo que conoce, y se marcha a Estocolmo, dispuesto a recorrer los caminos que se abran ante él. Y allí se hace amigo, muy amigo de Geir, otro noruego expatriado, intelectual y fanático del boxeo. Vuelve a encontrarse con Linda, una poeta que le había fascinado años antes en un encuentro de escritores, y que será su segunda mujer.
Y su mundo cambia, y él, escribe y describe sus tempestuosas relaciones amistosas y sentimentales, cuenta cómo es volverse a enamorar, y el largo, dramático período antes de que él y Linda se consoliden como pareja. Y después, los goces y los engorros de la paternidad. La necesidad de escribir y la urgencia por crear, pero también la cotidianidad de la vida en familia, o el cómico fracaso de sus vacaciones, la humillación de las clases de preparación al parto, las peleas con los vecinos, el estrés de pasear a un niño en un cochecito por Estocolmo cuando lo único que él quisiera es sentarse y continuar con su novela