Fundadora de las Misioneras de la Caridad, se la conoce por su trabajo en Aldea Global donde demuestra una convicción verdadera siempre acompañada del servicio al más necesitado, ganando el premio nobel de la paz en 1979 en contra de su voluntad pero agradeciéndolo en nombre de los más necesitados.
Nos enseñó que la mayor pobreza la encontró no en los arrabales de Calcuta sino en los países más ricos cuando falta el amor.