¿Llegaré a ser delgada algún día? ¿Cuándo conseguiré verme bien? La terrible frustración al mirarse ante un espejo, las lágrimas frente a un plato de comida, los vómitos que el retrete recogió durante años... Ella me dijo que la mejor opción para adelgazar eran los vómitos. Restricciones de comida, atracones, vómitos, autolesiones y laxantes. Casi un año de hospitales e ingresos ha sido la rutina diaria de la escritora de este libro durante seis años. ¿Por qué alguien puede comenzar estas conductas? ¿Se puede llegar a salir de esto? Descúbrelo en Mi figura no es delgada.