Las enfermeras profesionales son competentes para valorar los patrones funcionales de salud. De hecho, las áreas funcionales no representan ninguna idea nueva; son sólo un formato para dirigir y organizar la valoración de una forma sistemática. Los patrones de salud especifican áreas de información básica a
recoger. Y su objetivo es ayudar al profesional a considerar cómo estos patrones pueden proporcionar una estructura de valoración y una base de datos básicos para el diagnóstico enfermero.
La meta es el autocuidado y la independencia de la población a través de la prevención, promoción y educación en salud. Como las necesidades de salud y las respuestas pueden ser las mismas ante distintas enfermedades o situaciones o problemas de salud, los diagnósticos de enfermería pueden ser comunes para esas distintas situaciones y, por ende, los objetivos y las actividades. Mientras un diagnóstico médico es único, constante e inalterable, los diagnósticos de enfermería se modifican, varían, cambian conforme lo hace la respuesta de la persona, independientemente, la mayoría de las veces, de la enfermedad que la provoca.
Y esa capacidad de cambiar conforme lo hace la persona, es lo que hace que la aportación de la enfermera a la salud sea única, indispensable e insustituible.
Este manual contiene algunos aspectos prácticos para el manejo de la valoración del paciente pediátrico y neonatal. Sugiere principios generales de aplicación al que hay que sumar los años de experiencia que tenemos las enfermeras en la observación directa. Este manual pretende ser útil para la aplicación práctica
de las unidades pediátricas especializadas.
Dirigimos este manual a las enfermeras de interesadas en mejorar sus habilidades en la valoración enfermera y en la formulación de los diagnósticos enfermeros y planes de cuidados en atención pediátrica y neonatal. Ofrece una síntesis sencilla y práctica para conseguir un mejor rendimiento en la recogida de datos y en cómo analizarlos y priorizarlos para obtener los diagnósticos enfermeros e intervenciones relacionadas dirigidos y enfocadas a la infancia.
Aporta una visión rigurosa de las técnicas y estrategias para la recogida de datos por patrones funcionales, la obtención de las características definitorias para la obtención del diagnóstico enfermero así como las guías para la intervención de cuidados neonatales y pediátricos.
Y quién mejor que escribir todo ello que una enfermera cualificada, ilusionada, entregada a lo que hace desde el servicio de pediatría y neonatal en la ejerce. ¿Y lo prologa un médico? Así es, que certifica lo que se expone, que sabe de la importancia del trabajo en grupo y de la continuidad de los cuidados que
recibe la población. Dicha metodología permitirá que la comunicación entre los profesionales del equipo y con nuestros usuarios paciente-cuidador principal o familia sea: directa, clara y eficaz. II. La valoración. III. Los diagnósticos enfermeros. NANDA. IV. Los resultados. NOC. V. Las intervenciones. NIC. VI. Planes de cuidados en Pediatría. VII. Planes de cuidados en Neonatología. .