Las páginas de este libro «pretenden devolver su voz a lo real. Hacer posible que la totalidad de los existentes y, en especial, las personas, vuelva a decirle algo al hombre de hoy: a ese hombre sofocado y ensordecido por las insinuaciones o por el estruendo de un bienestar y un consumo que apelan de manera exclusiva a los resortes más ensimismantes del propio yo, y que lo sumen de forma inevitable en el más monótono e insidioso de los aburrimientos. Aspira a que, más allá de sus exiguas resonancias económicas y utilitarias, que lo tornan desvaído, tedioso y chato, el universo que nos circunda vuelva a manifestarse en su verdad, en su bondad y en su belleza, y a despertar en el hombre la dormida capacidad de apreciarlas, restaurando así su plena condición humana».