Argumento de Merindad de Pamplona Ii. Altsasu7alsasua, Aralar,olza
Don José María Jimeno Jurío nos descubrió muchos lugares de nuestra geografía que no conocíamos, pero otras veces nos sorprendió mostrándonos lugares y mundos que, aunque creíamos conocer, quizás por resultarnos demasiado habituales y formar parte de nuestra vida cotidiana, no valorábamos. Sus estudios etnográfi cos elevaban los mitos, las creencias, los usos y costumbres de nuestros mayores a categoría de estudio y motivo de respeto, y, así, aprendimos nosotros también a valorar lo que teníamos, lo que habíamos heredado de nuestros padres y abuelos y que, a veces, había sido objeto de burla y mofa, no ya por los extraños, sino, incluso, por nosotros mismos.
Conocía bien esta tierra. Por su carácter abierto, campechano y respetuoso, se le quería en todos los rincones de nuestra geografía y se le abrían puertas que para otros estaban vedadas. Guiados por su pluma cruzamos con él las puertas de las casas de la Burunda y la Barranca, de la Cendea de Olza (en especial de Izcue y de Asiáin), y recorremos los parajes más recónditos de Aralar, o los despoblados del valle de Garaño, del que debo reconocer que no supe de su existencia hasta que leí los escritos de don José María.0