material para una biografía (jamás terminada) del presidente James Buchanan (1857-1860). En el momento en que, al fin, se da cuenta de que ya no sabe distinguir dónde empiezan sus propias aventuras amorosas en los años 70 y dónde termina el abortado romance de Buchanan durante una de las peores crisis de su breve presidencia, «Alf» decide que no hay verdad histórica posible. Si, con ello, los historiadores pierden un buen informe, nosotros, los lectores, ganamos una divertidísima novela.