No es propósito del autor la revisión de la Historia de España, aunque bien es verdad que recurre a algún momento histórico para ayudarse en la exposición de los hechos que motivan la reacción en forma de crítica dialéctica, pues el único repaso que le hace a la historia española, es con el propósito de hacer una llamada a las consciencias libres a fin de que juntos denunciemos el abuso de poder, el autoritarismo ideológico y la imposición de una ideología trasnochada que sólo le ha causado problemas a España. El contenido histórico le sirve al autor exclusivamente, y sin ánimo pedagógico, pues la erudición le está reservada al docto historiador, recurrir a la historia familiar, que es motivo de denuncia ácida, sirviendo además, para entender ciertos movimientos convulsivos, sobre todo, autárquicos y anacrónicos. El comienzo de este relato en la primera quincena de abril de l.936, no es causal.