"Hay quien se llama poeta porque escribe versos, hay quien escribiendo versos se siente poeta ... yo, sin embargo, creo que ser poeta es una forma de vida, una actitud ante la vida y, así, con esta premisa, nace el poemario que me enorgullece prologar. Rafael Mérida agradece a la poesía que le dé la vida y, con ello, se siente poeta y vivo. Estamos hablando entonces de un poemario, de un poeta, que nos muestra el duro camino recorrido en la batalla contra la memoria, en el triunfo del olvido. La poesía da sentido a la vida del poeta que no sólo le canta a esa dama atemporal sino que entona versos de reconocimiento a los poetas que le marcan, Juan Ramón, Hernández, Machado, Cernuda, Salinas, Neruda, Bécquer .... Nos encontramos entonces ante un poeta novel, pero con galones de autenticidad y nobleza. Tras una primera declaración de intenciones, tras el reconocimiento a sus referentes poetas, Rafael Mérida dedica sus versos a Estrella, la encarnación personal de la dama poética, entendida ésta como su musa emocional. Si tuviéramos que plasmar en una idea La memoria de tu olvido yo apostaría, sin duda, por la de la relatividad del tiempo, esa relatividad que provoca que el poeta busque, incluso, la complicidad con su potencial lector para responder a sus dudas. "