Junto a la vindicación de los ideales de la Segunda República, por tantos motivos hoy más válidos que nunca, Memoria de Sal explora algunas de las cuestiones esenciales de la condición humana; la dignidad moral, la fe en el porvenir, el compromiso individual y colectivo y el inagotable hechizo ante la vida, deslumbrante e infinita bajo el sol de aquel tiempo cuya luz sin duda podría seguir iluminando nuestro decepcionante presente