Argumento de Memoria de Contacto
Tras el fragor, Jacob soñó con una escalera apoyada a la tierra y que llegaba hasta el cielo por la que bajaban y subían ángeles. Quién no estuvo en una playa por encima del nivel del mar. De cabezal utilizó una piedra. Aquel lugar antes se llamaba Luz. No quiera ahora el poema precipitarse en comprensiones y deletreos. Hubo ya un segundo. Estrechad fraternalmente las manos de las palabras, su roce es más importante que el de los cuerpos. La claridad, esforzada. La oscuridad, decorativa. Hay lugar para el amor en el registro de un fluir caleidoscópico: encabalgamiento de placeres y pesos, de apreciaciones y depreciaciones; tal es la geografía de lo entrevisto... Si nos fijamos, hay un grano en el limbo: el cuajo de una asamblea antes de que la lengua fuese red. Despertó el poeta al lado de la escritura. Memoria, dijo. Su voz, cómo no, contacto.0