Argumento de Memoria Colectiva e Identidad Nacional
No hay identidad sin memoria. Ésta es una afirmación válida tanto para los individuos como para los grupos y, desde luego, para las naciones. La Historia es una de las formas de conservar la memoria de una sociedad, pero no es la única forma de representarse (o de imaginar) el pasado y preparar el futuro. Monumentos, rituales, obras literarias y otras actividades culturales son también medios para el recuerdo y el olvido. Las emociones y las formas de poner en palabras los acontecimientos vividos (y los transmitidos por el discurso) se dan en la comunicación próxima, en los discursos públicos y en la enseñanza. Sobre estos procesos descansa tanto la constitución de los eventos memorables, como la producción de recuerdos y la articulación de futuros deseables o temidos.Un destacado grupo de especialistas internacionales de los campos de la psicología, la sociología, la educación y la filosofía ofrecen aquí contribuciones teóricas y metodológicas, que señalan una convergencia entre tradiciones tan distintas como la psicología experimental o el análisis del discurso,. La fertilidad de estas aproximaciones se pone de manifiesto a través de un conjunto de estudios empíricos sobre casos particulares del ámbito cultural europeo y americano, en países tan diversos como Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Italia y Portugal.0