¿Por qué era mejor que estuvieran muertos? ¿Para quién?
Mejor muertos parte de dos preguntas que parecen sencillas pero no lo son. Desarrolla doce casos que recorren la historia argentina desde Mariano Moreno hasta Alberto Nisman. No son sucesos simplemente policiales. Se trata de muertes que detuvieron el tiempo y estremecieron a la sociedad, y de protagonistas que formaban parte del poder político o estaban muy relacionados con él. Son desapariciones misteriosas que merecieron largas investigaciones, con resultados que aún hoy son puestos en duda.
La búsqueda y revisión que realizaron Gisela Marziotta y Mariano Hamilton cobra gran valor. Aporta enfoques novedosos y elementos desconocidos. Construye un relato que cuenta con los datos finalmente probados y suma testimonios que no habían sido escuchados o valorados. A ese trabajoso rigor le agrega un ingrediente necesario: no hay ataduras, todo, absolutamente todo, pasa por la lente de la pesquisa. La perspectiva no falla.
La simple lectura de los hombres y mujeres que protagonizan los capítulos genera un efecto atrapante: Mariano Moreno, Manuel Dorrego, Leandro N. Alem, Juan Duarte, David Graiver, Elena Holmberg, Rodolfo Echegoyen, Horacio Estrada, Marcelo Cattáneo, Alfredo Yabrán, Lourdes Di Natale, Alberto Nisman.
Vistos en conjunto son aún más sugestivos: configuran la historia sinuosa, repleta de temblores, del poder político en la Argentina.