En este libro se presenta un método de meditación que no tiene nada que ver con los prejuicios señalados: se trata de entrenar la mente, sobre todo la atención y la voluntad, para tomar como punto de partida el nivel de conciencia superficial y llegar hasta lo más profundo.
Los «ocho puntos para transformar la vida» indicados por el autor pueden seguirse con igual aprovechamiento dentro de cualquier religión, o fuera de todas ellas: éste es el verdadero secreto de su atractivo. El método de Easwaran no pertenece a ningún movimiento, no exige ningún cambio en las creencias: se limita a permitir que la persona asuma los ideales a los que responde y, de un modo gradual y con delicadeza, los convierta en parte de la propia vida.