Argumento de Medios de Comunicación en Tiempos de Crisis
Tras el magnetoscopio, del videodisco y el teletexto, pronto tendremos la computadora a domicilio: entramos en la era de la telemática. Estos recientes medios de comunicación irrumpen en un contexto de inseguridad, de crisis y de guerra económica. Y las industrias de la cultura, como los sectores tradicionales, no escapan al redespliegue: la televisión, la prensa, el cine, la edición, los ocios son objeto de una total redistribución de naipes con interés de gran envergadura: la búsqueda del consenso perdido.
Lo que ocultan las expresiones 'comunicación de masas' y 'cultura de masas' es la función política que cumple ese modo particular de producción de mercancías. En este sentido y por esta ocultación se adhieren perfectamente al proyecto deshistorizador que recubren. Esta cultura de masas como expresión de una relación entre emisor y receptor, entre productor y consumidor, como cimiento del consenso, es efectivamente la prolongación de un sistema concreto: el de la democracia liberal. Ha acompañado a la necesidad de apertura de la burguesía a las otras clases, y sigue amoldándose a las peripecias de su proyecto de cooptación social. En el contexto de los enfrentamientos y las alianzas dentro y fuera del estado-nación, la evolución de las tecnologías de comunicación se traduce en evolución de las relaciones de clases. Cuestión de actualidad si las hay, en una época en que las sociedades liberales (¿víctimas de sí mismas?) se inquietan por los supuestos excesos de democracia.0