Desde un transbordador espacial nuestro planeta es definitivamente azul, del mismo azul que el cielo o los ojos del gato que ven en la oscuridad. Es un color de frío y de mar y también de primavera en las alas de una mariposa. La percepción está teñida de colores. Los colores están llenos de sensaciones. Acompañemos al niño en este fascinante descubrimiento con un abanico de sencillas propuestas plásticas y ajustadas a su edad.