Tracy Waterhouse compra literalmente a una prostituta
la custodia de su hija. El asesinato de la madre antes
de que se lleve a cabo el intercambio pone de manifiesto
una serie de relaciones tejidas alrededor del antiguo caso
Braithwate (una horripilante masacre de prostitutas),
cerrado tres décadas antes. El detective Jackson Brodie,
que investiga los orígenes de la adopción de una cliente
neozelandesa, se sumerge en una trama de extorsión y
chantaje dictada por los intereses más turbios.
«A Kate Atkinson la reconoces por su estilo...Es una gran novelista a secas.»
The New York Times