¿Por honor y también por amor? El frío y distante Alexander Bravo-Calabretti era el último hombre con el que la princesa Liliana de Alagonia habría querido casarse. Pero después de un encuentro apasionado que ninguno de los dos había planeado, se dio cuenta de que estaba embarazada y sus familias solo iban a aceptar una solución posible a esa situación: que ambos se casaran de manera rápida y secreta. Alex había accedido a casarse con Lili por el bien del bebé; no había otra opción cuando estaban en juego el futuro del trono de Alagonia y el honor de los príncipes. Pero poco tiempo después, cuando representaba el papel de recién casado feliz para que la prensa los creyera enamorados, se dio cuenta de que deseaba que aquello pudiera ser real.