El descubrimiento, por un profesor de la Universidad Compostelana, de unos antiguos legajos en el archivo catedralicio, permite desvelar la, hasta ahora, enigmática personalidad del maestro Mateo. De él sólo se conocía su inigualable obra del Pórtico de la Gloria, pero apenas nada de su trayectoria vital... Cuando Mateo llega a Santiago, con el encargo regio de finalizar la obra que otros habían iniciado mucho tiempo atrás, es un joven y ambicioso arquitecto cuyas primeras obras, en el Reino de León, apenas son conocidas. Cuando la parca le visita este genial arquitecto deja tras él su obra magna en la ciudad de Compostela. El Pórtico de la Gloria, además del innegable simbolismo que encierra, es uno de los máximos exponentes del arte románico que, ya hacia la mitad del siglo XII, dará paso al esplendoroso gótico que jalonará de hermosos templos el reflejo terrenal de la Vía Láctea: ¡EL CAMINO DE SANTIAGO!