Connie despierta cada día en la habitación de un hospital psiquiátrico. No sabe cómo, no sabe por qué. No guarda ningún recuerdo de los motivos que la llevaron allí.
La única visita que recibe es la de su exmarido. Ni su madre, ni sus hijos, ni una amiga. Ni siquiera Ness, tiempo atrás la persona a quien podía confesar todos sus secretos. Ninguno de ellos quiere venir. Quizá ninguno de ellos pueda.
Es tarea de la psicóloga forense Emma Robinson arrojar algo de luz sobre la oscurecida memoria de Connie. Porque algo sucedió en el pasado. Porque algo hizo que todo se torciera. Porque después de aquello su vida cambió para siempre. Porque entonces aprendió que crecer es también enfrentarse a nuestros mayores miedos. Que la locura puede aguardar al otro lado de la puerta. Que las horas dentro de un reloj entierran a veces la más terrible de las verdades.