Argumento de Marruecos y el Colonialismo Español [1859-1912]
Entre 1859 y 1912 el interés de España por Marruecos no hizo sino crecer. Al comienzo la cuestión marroquí fue fundamentalmente percibida, y manipulada, como un tema relacionado con la restauración del honor nacional, supuestamente mancillado por el país vecino. Fue el momento de la guerra de África de 1859-1860. Posteriormente, en un clima caracterizado por el triunfante imperialismo decimonónico europeo, Marruecos se fue convirtiendo en tierra de promisión para diversos sectores de la sociedad española: políticos (que anhelaban reforzar el prestigio internacional hispano), económicos (interesados en la explotación de los recursos marroquíes que se creían fabulosos) y sociales (el territorio marroquí como válvula de escape de la emigración exterior española). La política española para con Marruecos se benefició de un clima de unidad patriótica que imperó en este ámbito desde 1859 hasta el establecimiento del Protectorado, 1912. No es menos cierto que, a medida que se descubría que Marruecos no poseía las riquezas que se pensaba y que el disfrute de las existencias suponía un coste elevado en recursos y en vidas humanas, comenzaron a producirse las primeras deserciones de la citada unanimidad colonialista.0