Mil millones de pequeños hombrecillos verdes aparecen súbitamente en la Tierra en un mismo instante. Intangibles y con capacidad de teleportación, se muestran insultantes, destructivos y chismosos y se complacen en jugar malas pasadas a los humanos, especialmente a los que intentan trabar amistad con ellos. Ante su presencia fastidiosa y entrometida, la economía se viene abajo, los sistemas políticos se derrumban y las vidas de todas y cada una de las personas sobre este planeta se ven afectadas de forma dramática y sorprendente. Entre ellas se encuentra Luke Devereaux, escritor de ciencia-ficción en horas bajas que cree que puede tener la clave para conseguir que los marcianos nos dejen en paz de una buena vez.
Fredric Brown, el maestro de la ciencia-ficción humorística, nos ofrece una de sus mejores obras con este alegato sarcástico contra la hipocresía y la estrechez de miras de nuestra sociedad. Una sátira que no deja títere con cabeza y un claro antecedente de la perlícula Mars Attacks! de Tim Burton.