Hubo una vez una compañía de éxito que creció gracias a la energía de su fundador, una persona creativa e ingeniosa, pero que insistía en tomar la mayoría de las decisiones estratégicas. Casi toda la información corporativa fluía hacia, desde y a través de él, siendo el centro del que provenía la autoridad para actuar. Así, cuando hubo que sustituirlo, la empresa entró en una espiral negativa que marcó el inicio de su desaparición, ya que no había una cultura de liderazgo compartida, sino un único líder que trazaba el camino. Los líderes van y vienen, pero una sólida marca de liderazgo corporativo es el oxígeno que renueva el ambiente de la organización y ofrece resultados de valor perdurables en el tiempo, que aumentan la satisfacción de clientes, empleados e inversores. Entre en el apasionante mundo del liderazgo de la mano de Dave Ulrich y Norm Smallwood y conozca las seis etapas clave para incorporar el liderazgo como capacidad organizativa para generar confianza y credibilidad en sus públicos internos y externos.