La casa reluciente y la ropa impecable, igual que la portada de una revista de decoración. Suelos que brillan como nunca. Alfombras que recuperan su color. La campana de la cocina tan limpia como el primer día. Sábanas perfectas, edredones perfumados y toallas esponjosas. ¿Quién no ha imaginado alguna vez que le gustaría llegar a casa tras un largo día de trabajo y encontrarse con esta postal? La escena es posible y, para hacerla realidad, basta