Son los principios que garantizan nuestra existencia. Aunque también nos lo arrebatan todo. Hasta el momento, por lo general, los cuatro elementos ?tierra, agua, aire y fuego? se han asociado con bastante frecuencia a disciplinas tales como el esoterismo, la magia, el tarot, libros de autoayuda, etc. Sin embargo, han surgido en los últimos años corrientes humanistas que se han centrado en su estudio desde una perspectiva histórico-literaria. En ese sentido, este manual es una útil herramienta de consulta que puede servir de base para otros estudios aplicados de corte simbólico-literario. El libro se enmarca en esta corriente humanista. En el primer capítulo se muestran los diferentes postulados presocráticos de los que parte la teoría de los cuatro elementos. Una vez trazado el camino que lleva a los cuatro elementos desde la filosofía a la simbología, en el segundo capítulo se expone un estudio sobre el símbolo. Finalmente, los cuatro elementos en la simbología tradicional es la temática del tercer capítulo, en el que se analizan los principales valores y antivalores simbólicos de tierra, agua, aire y fuego, enfatizando así su ambivalencia y la distinta valoración de los mismos en el discurso simbólico tradicional, con el objetivo de conocer el lugar que estos ocupan en la simbología y la literatura.