El fútbol es para contar. No es un deporte, contra las evidencias, sino un relato. Jugarlo a secas, como si fuese un altercado de once tipos contra otros once tipos, limitados por el tiempo y el espacio, resulta del todo vulgar y efímero. La belleza se escribe. Ahí, en la crónica de lo que sucedió en el campo aquel día, cuando llovía como si hiciese sol, y la tristeza de los espectadores adquiría tintes de felicidad, es donde el fútbol se vuelve una leyenda, el asunto más importante que te traes entre manos en toda la semana. Así nos lo cuenta Juan Tallón en este Manual de fútbol, pues, entre chascarrillos y anécdotas, Tallón nos divierte con todo aquello que debemos saber: aquel portero que se morreaba con la novia, la patada voladora de Eric Cantona, el estribillo "písalo" de Bilardo, el penalti de Panenka o la filosofía que contienen los fuera de juegos... Porque el fútbol no es sólo fútbol, sino que es también literatura, y belleza, y recuerdo, y risas, y gritos, y amigos; porque hay dos maneras de ver el fútbol: como lo ve la gente y como lo ve Tallón, quien, con una habilidad prodigiosa para juntar ideas con palabras, aplasta con lógica tan genial como irracional todos los parámetros clásicos del deporte rey.