«Mansura se presenta como (falsa) novela histórica a partir de la famosa crónica de Jean de Joinville sobre la séptima cruzada, compuesta esencialmente por caballeros franceses, encabezados por el pío monarca Luis IX. Perteneciente a una familia de la alta nobleza francesa, Joinville arriba de joven a la corte del rey y se ve arrastrado a la cruzada.
Resultado de esas experiencias tremendas y de su proximidad a Luis, Joinville escribirá una pormenorizada crónica de la cruzada, donde describe a Luis como el ideal de rey y de hombre de la época. Sin embargo, él fue lo bastante listo como para no seguirlo en su siguiente empresa, la desastrosa octava cruzada, que acabó con la muerte del propio monarca.
En Mansura, Félix de Azúa resigue la séptima cruzada, pero lo hace a su muy especial manera: se inventa unos cruzados catalanes, rey incluido, y los coloca sustituyendo a los franceses originales, haciéndoles vivir los mismos (y otros) hechos, una maniobra que le sale sumamente brillante y simpatiquísima, llena de luz, pero no exenta de amargura y desencanto.
Mansura es un libro importante, de los que te hacen rechinar en lo más profundo esas ideas que tantos compartimos sobre el honor, la amistad, el valor, la cobardía, la belleza y la futilidad en el fondo de todo ello, como de la vida.
"Se me habían entrado los desiertos de África en el alma". Qué preciosa frase. Como Joinville, el protagonista de Mansura también se escaquea de la siguiente cruzada, pero se despide de nosotros, ya anciano, con tono de Conrad. "Bien podrías -le dice el fantasma de su amigo Jordi de Sant Jordi- contar lo que batallamos entonces, y que no siempre una derrota es un fracaso y un pendón. Cuéntales, cuéntales lo que son los años de juventud y de guerra".
Eso hace Félix de Azúa en esta inolvidable novela.»
Del Prólogo de Jacinto Antón
Blog de Javier Marías:
https://javiermariasblog.wordpress.com/category/reino-de-redonda/