Más allá del efecto relajante obtenido, enseñar los resultados permite una afirmación de la presencia de cada uno. A través de esta actividad, donde el ser se siente libre, las sensibilidades étnicas se dilatan en el placer de la expresión personal; con ello, el grupo se enriquece a la vez que se pone de manifiesto la noción de complementariedad.
Por esto precisamente, propongo estos MANDALAS DEL MUNDO y deseo que todos, apropiándose de estos dibujos tomados de culturas tan diversas, alcancen una comprensión íntima, para probar, como yo lo he podido hacer, la deslumbrante diversidad y la evidente proximidad.