Deseando como siempre hacer todo lo que hacen los niños, Mamá Muu se dispone a saltar la valla del prado para ir a darse un chapuzón. Pero al ir a saltar ¡Uy, qué daño! Se hace un arañazo en la tripa y un chichón en la frente. El granjero le pone una tirita gigante en la barriga, pero necesita algo frío para el chichón. Suerte que su amigo Cuervo está siempre dispuesto a ayudarla, aunque su viaje al congelador será algo accidentado