Frente a la necesidad de descifrar tal misterio, Rafael Lefort se convierte en protagonista de un viaje a las fuentes de las que Gurdjieff bebió.
Esta asombrosa búsqueda lo pone en contacto con maestros sufíes, y condiscípulos del mismo Gurdjieff.
Relato vivo, apasionante y ameno, será de especial interés no sólo para quienes han sido sorprendidos por las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky, o con los escritos de Pawels y Bergier, Castaneda o Lobsang Rampa sino también para todos aquellos que tienen un interés más allá de los niveles cotidianos de la vida.
Se han escrito muchos libros sobre la enseñanza sufí en todos los idiomas y tratar de explicar su método sería poco provechoso ya que, realmente, no se trata de un sistema teórico de aprendizaje sino de una forma de vida que está más allá de la razón tal como nosotros la entendemos y practicamos.
No puede comprenderse sólo con el intelecto o la emoción, pero puede experimentarse.
Rafael Lefort, siguiendo los pasos de Gurdjieff en Oriente, nos acerca a una forma de trabajo duro y disciplinado que en nada se parece al método de enseñanza occidental, pero que puede ser una posibilidad de desarrollo real de la conciencia.