En cada capítulo y página de este libro aparece en acción, a través de la obra de las Misioneras de la Caridad y de sus colaboradores, el espíritu de una Madre Teresa que permanece viva a pesar de los años transcurridos desde aquel 5 de septiembre de 1997 en que, a raíz de su muerte, se cernió sobre el mundo una sensación de orfandad. Con estilo ágil y brillante, el autor mezcla lo observado por él mismo en un periplo por varios centros de las Misioneras de la Caridad (Madrid, París, Setúbal, Faro, Viena, Milán, Florencia, Roma, Vaticano), con impresiones de testigos y copartícipes del servicio a los Pobres por parte de las hijas de la Madre Teresa en otros países (Hamburgo, Bucarest, Tánger y ¡cómo no y sobre todo! Calcuta). El mosaico resultante es de lo más estimulante y sugestivo.