Raif Efendi llega a Berlín en los años veinte, enviado por su padre para aprender los secretos del negocio familiar, la fabricación de jabones de tocador. Sin embargo, su espíritu soñador lo empuja hacia el arte y la literatura. Además de estudiar alemán y leer novelas rusas, se dedica a recorrer la ciudad, visitando museos y exposiciones, en pos de algo que lo apasione verdaderamente. Una tarde, tras quedarse absorto ante la contemplación del retrato de una mujer envuelta en un abrigo de piel, sabe que por fin ha encontrado lo que buscaba. Así, poco después, Raif conocerá a la autora del lienzo, Maria Puder, y su vida dará un vuelco para siempre.
Novela de aprendizaje, con los inevitables desencuentros entre el deseo y la realidad, Madona con abrigo de piel plantea, asimismo, un fascinante diálogo entre Oriente y Occidente, entre la Ankara y el Berlín del período de entreguerras. La relación entre el joven inexperto y la artista consumada posee una fuerza muy particular, a la vez que suscita la esperanza de entendimiento y fusión entre dos mundos en apariencia irreconciliables.