El bicentenario de la muerte de Jovellanos, que se cumple este año 2011, bien puede ser motivo para la relectura de una obra que, vista en su conjunto, supone el principal legado de la Ilustración española. Por ello se propone esta selección, cuyos ejes temáticos permiten advertir la perduración del pensamiento de aquel a quien Marx llamaba «amigo del pueblo», y de quien Valera decía que, al margen de Cervantes, es autor de la «mejor prosa castellana». De su pensamiento puede decirse lo que Tzvetan Todorov, premio Príncipe de Asturias, decía de la Ilustración: «La Ilustración forma parte del pasado (ya hemos tenido un siglo ilustrado), pero no puede ?pasar?, porque lo que ha acabado designando ya no es una doctrina históricamente situada, sino una actitud ante el mundo».
Ciertamente, pocos proyectos de Jovellanos tuvieron culminación efectiva o duradera, pues las reformas ilustradas exigen ritmos amplios que fácilmente se ven truncados; pero el pensamiento volcado en textos como los aquí recogidos en forma de antología temática nutre las reformas del siglo siguiente y conforma un legado, lo que José Antonio Maravall llamaba «la herencia ideológica de la Ilustración».