Cuando en mi familia, especialmente mis hermanos y yo, conocimos el texto escrito por nuestra madre Isabel, tuvimos una emoción y un orgullo muy grandes. Era un texto muy sencillo pero muy sentido y auténtico. Expresaba muy claramente las vivencias de una esposa enamorada de su marido, nuestro padre, Gregorio Peces-Barba del Brío, encarcelado injustamente por ser un funcionario leal al Gobierno legítimo de la República.