Este relato aborda con tacto, naturalidad y la
dosis justa de humor procesos de maduración
complicados para los más pequeños: dejar de
hacerse pis en la cama y el primer día de colegio.
El protagonista es un niño valiente, dispuesto a
enfrentarse a su problema con la mejor arma de
la que dispone: la imaginación, aliada perfecta
para evitar complejos o traumas.