María recibe un regalo muy especial: Rojo y Azul, los zuecos de su tía Casilda.
Rojo es atrevido y aventurero. Azul es tímido y tranquilo.
Un día, en la playa, son arrastrados por las olas y conducidos hasta el continente africano. Allí harán nuevas amistades y descubrirán que, por separado, también pueden hacer felices a otros niños.