Italia, Brasil, Cuba, Estados Unidos, África, Asia, Sarajevo?, fascinantes territorios y ciudades donde el Papa ha denunciado con firmeza el tráfico de drogas, la venta de armas, la corrupción e incluso la esclavitud en ciertos sectores de la economía. El papa Francisco no solo es un peregrino, un Papa de la paz, sino también un profeta incómodo que invita a las Iglesias locales a acercarse a los sectores más marginados de la sociedad.
Francisco explica el significado de estas visitas apostólicas y también anécdotas privadas, como la negativa categórica a someterse a las estrictas normas de seguridad en el abrazo con las multitudes.